Y se armó La Gorda

No. En esta ocasión no vamos a hablar del sobrepeso o dar consejos dietéticos. La Gorda es un pequeño restaurante del barrio de la Prosperidad (c/ Matilde Díez, en Madrid) donde se practica una estupenda cocina nikkei, en este caso cocina peruana con una clara influencia oriental.

Allí nos reunimos pisto y nopisto hace unos días para disfrutar de esta cocina tan en boga. No tengo muy claro si, por cocina nikkei se entiende sólo la fusión oriental-peruana o cualquier cocina tradicional que es influenciada por el toque japonés.

Sea como sea, La Gorda es de origen peruano, así que estamos en el reino del tiradito de lubina donde el marinado es delicadamente punzante, con su acidez justa y ese toque de picantito que alegra pero no asusta. El único pero del plato es su brevedad, porque no importa cuanto comas, siempre quieres más.

Sigues con un ceviche de mango y langostinos del que no hace falta contar nada, pues la foto del encabezado ya lo dice todo. El equilibrio exacto del dulzor del mango, la acidez del marinado y el toque crujiente de la cebolla tierna. Quizá es menos sutil que el tiradito, pero al mismo tiempo tiene el plato esa voluptuosidad que lo hace tan grato al paladar. Y a la vista.

Otras propuestas de la casa incluyen el ají de gallina, que yo esperaba mucho más picante y resultó ser bastante suave. La fusión llega en este caso hasta Italia, pues el Parmiggiano forma parte importante del plato. O el salteado de lomo de ternera, donde la salsa de soja cobra protagonismo.

En definitiva, un lugar donde satisfacer vista, paladar y el intelecto mientras comes. Y todo ello sin dejarte el sueldo. Por cierto, el café es magnífico.

Pisto