… no necesita maquillaje. La frase no es mía, pero la repite mucho un buen amigo nuestro. Y él la aprendió allí, que no es moco de pavo.
Del Vosne-Romanee Premier Cru 2002 Domaine de la Romanee-Conti sólo se han embotellado unas 21.000 botellas en el año 2002, lo cual es una gran cantidad tratándose de esta bodega mítica. Es el único vino de la bodega que se comercializa como Premier Cru (un escalón cualitativo por debajo del Grand Cru en Borgoña) aunque la uva procede de las viñas jóvenes de los Grand Cru de la bodega. Complicado, ¿verdad?. Así es Borgoña. Al final de la anotación dejo un par de enlaces a magníficos artículos meticulosamente documentados sobre la bodega y este vino.
A lo que íbamos. En una época en que dominan los vinos oscuros, impenetrables, más que opacos, los Borgoña destacan por su bajísima capa, por un color que está más cerca del de un rosado que del de un tinto de última generación. Pero su punto fuerte es la sutileza, la elegancia, el balance de todos los componentes y, todo esto, sin abalorios, ni elementos superfluos que puedan distraer al que lo bebe de lo auténtico, de lo verdadero, de lo único que existe en el vino: la conjunción perfecta de un terreno privilegiado para una variedad determinada con el clima apropiado. Y, todo eso, se debió dar en el minúsculo pueblo de Vosne-Romanée en el año 2002.
Magnífico vino que me alegro de haber probado. Aunque tengamos que habernos juntado cinco para poder permitírnoslo.
pisto.
Romanée-Conti saca un 1er Cru como ‘segundo vino’
Romanée-Conti, el mayor de los mitos de Borgoña