Esta época del año no es precisamente el mejor momento para recordar un dulce hipercalórico como el tocinillo de cielo. Ya saben, yema de huevo, azúcar y una cocción muy lenta al baño maría hasta conseguir esa textura única del tocinillo.
El de la foto de arriba es de la marca «Carmelina». Al parecer, Carmelina viene de Carmen, que es el nombre de la hija del fundador de la empresa elaboradora (Fernando Tejeiro). Se puede encontrar en diferentes presentaciones, que van desde los packs de cuatro unidades de 60 gramos (disponibles en Supercor / Hipercor) a un coste aproximado de 2,3 euro(aunque los hemos visto algo más baratos en esta tienda online – en la que no hemos comprado nunca, conviene aclarar) s hasta los envases de casi un kilo.
Estos envases individuales me parecen perfectos para presentar un postre sencillo en poco tiempo. Queda fantástico con un poco de helado de vainilla (como el de la foto) o con un helado de crema catalana (de La Lechera), que también lo hemos probado en alguna ocasión.
Lo mejor del tocinillo de Carmelina/Tejeiro es su calidad. Tiene una textura suavísima, que se deshace en la boca con una cremosidad impresionante. El sabor es evidentemente dulce, pero lo justo para no saturar. Cada bocado te pide otro bocado.
pisto.
como seas tan guarro como en la confiteria que abriste en oviedo…
!la virgen, un kilo de tocinillo!
Eso si que son armas de destrucción masiva 🙂
Están buenísimos, tienen una calidad excelente. Yo los compro en porciones pequeñas y a todo el mundo le gustan mucho. Tienen la medida ideal, ni poco ni mucho, lo suficiente para acabar una comida con un sabor y una textura dulce y suave. Son como un beso cariñoso.
A este Fernando Tejeiro le tendrían que hacer un homenaje público por este producto tan excelente.
Desde hace apróximadamente unos 20 años no hago consumo de estos magnificos Tocinillos Carmelina, ya que no los encuentro en el comercio habitual de esta zona de Sevilla, ahora me informo que lo tienen en Hipercor, pero creo que deberian de tener una mejor comercialización para estar mas cerca de los consumidores.
Compré un envase de 600 gramos en la propía confitería Tejeiro, en Grado, y creo que no he comido nada tan empalagoso en mi vida! Y eso que soy muy de dulce.
Yema de huevo y azúcar… pues sí, es dulce.