«Se los llama de diferentes formas. Comúnmente -y quizás poco respetuosamente- wine geeks. También se les califica de fanáticos, extremistas o se los considera la contracultura del vino»
Así comienza Eric Asimov su columna semanal en The New York Times a propósito de ese nicho del mercado que son los enochiflaos: consumidores habituales de vino que huyen de las marcas establecidas, que buscan los vinos más raros a los mejores precios, que no hacen viaje sin pensar en alguna bodega a visitar y que probablemente tengan un blog en el que hablen largo y tendido de sus hallazgos, descubrimientos y satisfacciones. ¿Les suena?
Lo del blog no es casual. Y es que si ha existido un factor capaz de despertar las ansias de dedicación extremista a cualquier tema conocido o desconocido, ese factor ha de ser internet. Por la facilidad en la divulgación de información, en el establecimiento de comunicación bidireccional entre personas que tienen los mismos intereses aunque estén dispersos por el mundo y, en definitiva, por la capacidad de aprender sobre cualquier cosa tan remota como nos pueda parecer.
Dice Eric Asimov que el enochiflao detesta los vinos producidos en volumenes elevados, reniegan de los vinos suaves y de los que están marcados por la madera nueva y que, en cambio, adoran los vinos basados en la acidez o la mineralidad, en variedades autóctonas de zonas vinícolas desconocidas para el gran público, como el Loira francés o la Valtellina italiana. Lugares donde los enochiflaos encuentran vinos elaborados con métodos tradicionales, vinificaciones poco intrusivas y un supuesto respeto al terroir.
Llegados a ese punto sólo puedo decir que ¡me han pillao!. Las cumplo todas, de la primera a la última. ¿Y vosotros? ¿Os consideráis wine geeks? ¿Cuál es el último vino que habéis descubierto en vuestro quehacer geek?
pisto
Pues sí, Pisto, me temo que nos han «pillao», aunque creo también (por lo menos entre la gente con la que me encuentro para catar y conocer y compartir) que más superamos el concepto de «wine geeks», pues también sabemos disfrutar con un buen vino de la casa Torres o de Castell de Perelada, sin que, imprescindiblemente, sea de esas características. Yo creo que más bien somos chiflados de los buenis vinos, sean de la DO Catalunya o de la Valtellina.
Última cosa «wine geek»: el Pinot grigio ramato de Albino Armani «Colle Ara», del que espero poder escribir pronto.
Saludos cordiales,
Joan
Hombre yo soy un wine geek porque no me puedo permitir comprar DRCs, lalala’s, Voerzios y Salones. Por eso me tengo que buscar la vida para comprar cosas BBB, que si no…
Es cierto que es divertido investigar y descubrir.
Por cierto, mi último descubrimiento: Combier Clos des Grieves Crozes Hermitage. un Hermitage a precio de Crozes.
Pues no sé si seré un wine geek o simplemente un geek, pero cada día más respeto a la gente que es capaz de apreciar el vino por el vino sin mirarle la etiqueta. Estamos por desgracia en un momento en el que hay auténticos expertos en memorizar vinos y añadas sin ser capaz de distinguir y ser sincero con lo que se está tomando.
Hace poco en una cata, nos tomamos uno de los vinos 100 de Parker, ni siquiera recuerdo cuál fue. Un señor, entrado en años que fardaba de bodega y conocimientos -decía que llegaba a catar veinte vinos en una noche- declaró una botella como extraordinaria. Pues bien, lo extraordinario era sin duda la etiqueta, porque el vino tenía corcho.
Así que bienvenida sea la gente con criterio, sin prejuicios y ganas de aprender, sean geeks o no.
Creo que algo que caracteriza a un wine geek es que, por un lado, está dispuesto a hacer un esfuerzo económico que a otros les parecería un desatino para probar un vino. Pero, al mismo tiempo, saben que los grandes vinos no siempre son los de precio más alto.
Ya os lo decía antes: me identifico con la figura del wine geek del artículo del NYT. En una ocasión compré una botella de Champagne Salon y me pareció algo estratosférico. Pero eso no quita para que, al mismo tiempo, sea feliz descubriendo Champagne Gimonnet que para mí es mejor que el vino básico de una de las grandes casas de Champagne y que, además, cuesta un 30% menos. ¡¡¡Y el Gimonnet NV lo compro por cajas!!!
El no wine geek, cuando se plantea Champagne, se va a esos nombres conocidos que todos tenemos en mente, pagan más que yo por mi Gimonnet y no entenderían pagar 120 euros por una botella de Salon.
pisto
Pisto, a ver, a ver, desembucha: ¿qué champagne en ese Simonet?, ¿cuánto cuesta? ¿cómo lo compras?
Estoy de acuerdo en la definición general de enochalado, aunque pondría pegas a lo de renegar de los vinos suaves. La frase que me gusta más es: vinos elaborados con métodos tradicionales, vinificaciones poco intrusivas y un supuesto respeto al terroir.
Uno así: Vinyes dels Aspres Garnatxa Blanca 2004
Saludos,
Lo sois, lo sois. Doy fe que lo sois. Y cómo nos llamaremos los que leemos a los wine geeks y encima apuntamos los vinos que más os han gustado? eh? hay que sacar una nueva categoría: los wine-geek-readers. Primeeeeeeeee
gerargonza,
el Gimonnet lo puedes encontrar online en Lavinia y en CoallaGourmet
Calamar,
seguramente la traducción de «suave» no es la más correcta. Habrás que probar esa garnacha blanca.
Camille,
espero que lo del primee no se convierta en una moda de esas que tanto abundan por los blogs ;-). Si es verdad que tenemos lectores que van a comprar los vinos, vamos a tener que empezar a pedir comisión. Por cierto, que el otro día llegó una en forma de fideuá Just Married!!!
pisto
A mi me gustan los «garnacha» pura , vinazo total , me traen recuerdos de la infancia¿es grave doctor?
Lo siento Yerga, lo tuyo no tiene cura. Busca los Cannonau (garnacha) sardos de Arguiolas en Santa Cecilia. Todo un mundo por descubrir.
Viva la garnacha!!!
y secundo la moción de nopisto. Precisamente el sábado pasado me tomé un Argiolas Costera Cannonau 2003 en un restaurante y me pareció un vino magnífico. Costó 19 euros en el restaurante, así que en tienda debe andar por los 10-12. Delicioso garnacho sardo.
pisto aka Grenache Lover
Necesito ayuda. Estoy buscando un armarito climatizado para guardar mis vinos y me pierdo entre marcas y modelos. ¿Tenéis alguno que os funcione bien? Busco uno pequeño 24-36 botellas) con dos temperaturas para blancos y tintos, con vistas no a guardar los vinos por mucho tiempo sino a tenerlos a dispoción a temperatura óptima.
Mil gracias.
Yo evitaría las dos temperaturas, implica dos motores y dan más problemas.
Yo estoy encantado con mi Liebherr.
Sobre Wine geeks,
Pues la verdad es que me veo retratado en el artículo de Eric Asimov y en el tuyo. Matizaría en cuanto a lo de «suave»: como decía un anuncio de una conocida marca de neumáticos «la potencia sin control no sirve de nada». Hay vinos que se calificarían de suaves por amantes de los vinos potentes y que a mí me parecen más bien sutiles, elegantes. Lo de las grandes producciones también tendría su matiz en grandísimos vinos que se producen en grandes cantidades (estoy pensando en algunos grandes vinos andaluces, por ejemplo). Más que el tamaño de la producción, a mi lo que me produce aversión es la «industrialización» del vino, la obsesión por la homogeneidad entre añadas, …
Mis últimos «flechazos»: Piron et Lafon Quartz, Chenas (Beujolais), 2004 o El «Calligramme» de Domaine de la Bellivière, Jasnières (Loira), 2004.
Yo estoy muy satisfecho con Liebherr. Productos sólidos y con un precio razonable.
Los armarios pequeños te saldrán proporcionalmente más caros. Y sobre todo recuerda: compra un aramario del doble de capacidad de la máxima que creas que vas a usar. Lo llenarás.
Un saludo
Yo también tengo un Liebherr y estoy muy contento. En su día compré el más grande de la gama porque, afortunadamente, tengo un lugar donde ponerlo sin que su mastodóntica presencia sea un impedimento (fuera del apartamento).
Pero ahora estoy considerando comprar otro de 60 botellas (entrarán 40 cómodamente) para encastrar bajo la encimera de la cocina. No con el objetivo de guardar más, sino de tener los vinos de próximo consumo dentro del apartamento. Por ejemplo un WK de la serie 1800.
pisto