Siguiendo con las recetas en verso y a partir del filón que supone la relectura de El Practicón, aqui va esta receta que nos legó Ventura de la Vega, quien según Angel Muro «supo echar su cuarto a espadas en materia culinaria» y que reconfortará a más de uno en estos días de lluvia:
Cuando el diario suculento plato,
base de toda mesa castellana,
gastar me veda el rígido mandato
de la Iglesia Apostólica Romana,
yo, fiel cristiano, que sumiso acato
cuanto de aquella potestad emana,
de las viandas animales huyo
y con esta invención lo sustituyo.
Ancho y profundo cuenco, fabricado
de barro (como yo) coloco al fuego;
de agua lo lleno; un pan despedazado
en menudos fragmentos, lo echo luego;
con sal y pimentón despolvoradao,
de puro aceite tímido lo riego;
y del ajo español dos cachos mondo
y en la masa esponjada lo escondo.
Todo al calor del fuego hierve junto,
y en brevísimo rato se condensa,
mientras de aquel suavísimo conjunto
lanza una parte en gas la llama intensa:
parda corteza cuando está en su punto
se advierte en torno, y los sopones prensa;
y colocado el cuenco en una fuente,
se sirve así para que esté caliente.
Si sois buenos mañana os paso la receta «para ricos» que recrea Manolo de la Osa en su entrañable Las Rejas.
Nopisto
Justo estaba pensando en esa receta Nopisto. Para mí es la mejor sopa de ajo -con permiso de El Bohío- que se puede comer en un restaurante en España ahora mismo. Espero que la publiques.
Sí, la verdad es que Las Rejas es TAN entrañable. Yo todavía lloro cuando lo recuerdo.
Recordar El Practicón es rebuscar en las esencias de la cocina española,a veces da gusto volver a las mismas.
En mi caso las sopas de ajos me recuerdan al «resopón» que nos dejaban las abuelas en La Rioja para cuando volviamos de verbena a altas horas de la madrugada , se sustituia el pimenton por el pimiento choricero, pero ,eso si, el aceite de oliva era «puro timido» y resultaba un antidoto contra el exceso de vino perfecto, ¡¡Dios que mocedades!!
Yo recuerdo cuando arrancó De la Osa en las Rejas, fue con motivo de una peli que se rodaba en el castillo de Belmonte -yo vivía allí-, una holandesa creo. El caso es que el equipo de rodaje se desplazaba a comer todos los días a Las Pedroñeras y de un bar pasó a ser un restaurantes. Esto fue más o menos por el ochenta y pocos, éramos todos más jovenes.
En los últimos tiempos Manolo está más relajado, algo de ciclotimia me cuentan. En fin, centrémonos en la sopa de ajo que es lo importante y lo rico.
sólo un detalle. no son sopas si no llevan pan, y puesto que llevan pan son sopas. es decir que no se dice ‘sopa de ajo’ sino ‘sopas de ajo’ porque el hecho de ponerle pan las transforma en sopas. echar pan a cualquier líquido se le dice hacer sopas, aunque en la práctica sólo tengo oídas sopas de ajo, sopas de leche, sopas en vino… el diccionario de la rae hace esta distinción en la entrada sopa:
http://lema.rae.es/drae/?val=sopa
aunque creo que debería recoger ‘hacer sopas’… tampoco viene mascasopas, y este editor lo da por falta ortográfica según escribo.
no sé si existe una sopa de ajo como tal, pero seguramente no llevará pan…
saludos
Una curiosidad gramátical y culinaria muy poco conocida.
Excelente.