Un paradójico (es «guaje» y «paisano» a la vez) amigo mío me llamó hace unos días por teléfono y me dijo: «Tienes que probar los cogotes de bonito de Agromar«. ¿Y eso?. Acabo de abrir una lata -me dijo- y están espectaculares. Como la ventrisca pero mucho más barato. Tomé nota y, a los pocos días, me pasé por mi proveedor habitual donde Pablo, el inquieto jefe de tienda, me recomendó también los trozos de bonito de Conservas Remo. Si es que no doy abasto, y mira que les advierto de que ni el sueldo ni el presupuesto para productos fetén es elástico, pero no hay nada que hacer.
Total, que antesdeayer usé los trozos de bonito en una ensalada, no sin antes probarlos «a pelo», y ayer preparamos una entrada a base de las láminas del cogote de bonito Agromar con unos pimientos asados con tomate. ¿El veredicto? En primer lugar, que están muy por encima de la típica lata de bonito del norte en aceite de oliva, sobre todo porque vienen en lascas en vez de venir el lomo cortado de forma transversal. No sólo la presentación es mejor, sino que creo que sabe mejor, quizá por respetar más la grasa. Con la escasa representatividad que supone usar una lata de cada marca, ambas me han parecido más jugosas y más sabrosas que el producto típico.
¿Y entre ellas? pues me quedo con los cogotes de bonito de Agromar. Me parece que en la lata que yo compré la presentación era mejor (el bonito es más blanco y tiene mejor presencia) y quizá el sabor es marginalmente mejor. De todos modos, tenéis las fotos para comparar. ¿El precio? 2,2 euros una y 2,3 euros la otra.
pisto