Humildes lujos

sobrasada mallorquina

Cuando mi suegro, recién jubilado, me dijo que había plantado unas patatas en la finca de la familia, debo reconocer que me puse en lo peor. Le pregunté por la variedad plantada y todo lo que me supo decir es que eran unas «patatas de montaña» que le había dado un conocido. La cosa no prometía, la verdad, pero la realidad se ha encargado de dejarme en evidencia, pues hace un par de semanas nos dió una bolsa con un par de kilos de una patata cogida aquella misma mañana y esa misma noche las cenamos fritas como guarnición de una buena hamburguesa de cadera de buey. Una tortilla, la guarnición de un pescado (cocidas) y hasta una ensalada de judías verdes y patata cocida fueron protagonizadas por aquellos dos primeros kilos de una patata de piel algo oscura pero carne tremendamente blanca.

Y es que esas patatas son un lujo. Un lujo en tiempos en que las patatas no valen nada con independencia (casi indiferencia) de su precio (tal y como decía el otro día Sobrevino).

Total, que a ese pequeño lujo que volvimos a tener quince días después se unió que nopisto se fue de vacaciones a Mallorca y uno de sus familiares (de los nopisto de toda la vida) le obsequió con una sobrasada casera, una porción de la cual terminó en mis manos (¡gracias, nopisto!).

Bien, pues no sé si habrá almuerzo más modesto y más lujoso a la vez que unas buenas patatas fritas con unas lonchitas de esta humilde y lujuriosa sobrasada de sabor intenso y digestión fácil (¿será que no es industrial y no tiene ni colorantes ni conservantes, ni potenciadores del sabor?) junto a un par de huevos fritos en AOVE con su puntilla bien crujiente? Evidentemente, no se descubre América con algo tan sencillo, pero ¿no creen que es necesario recuperar los sabores de siempre y elevarlos a lo sublime dentro de su simplicidad?

Gracias a la anotación de Sobrevino que enlazaba antes, he descubierto un par de iniciativas similares a las Naranjas Lola, dedicadas a la venta directa al consumidor de patatas. Una de ellas es gallega (patria del cachelo) y la otra es sanluqueña. Y, como dice un buen amigo mío:

Las antiguas papas de navazos eran un producto maravilloso. La clave es el cultivo en arenas profundas que permiten que el tubérculo crezca sin irregularidades

Las papas que actualmente se emplean para las papas aliñás de Barbiana proceden necesariamente de La Algaida, ya que los viejos navazos de marea del centro de Sanlúcar han desaparecido.

Lo único que queda parecido a los antiguos navazos -no lo son del todo, porque no se benefician del riego natural de las subidas de marea- se encuentra entre Bonanza y La Algaida. Y sus productos -no sólo las papas- son de extraordinaria calidad.

Un buen amigo ya ha probado las sanluqueñas y nos ha dicho que son buenas (aunque tampoco se prodigó en el elogio, la verdad). ¿Alguno de vosotros lo ha intentado?

pisto
por cierto, la foto de la anotación es de la sobrasada, que nos ha resultado mucho más fotogénica que las patatas. Hasta en eso son humildes las pobres patatas.

14 comentarios

  1. Yerga

    Por mi parte las mejores patatas que he comido, y que ya nadie cultiva, provenian de un pueblo de Soria llamado Magaña, nunca las olvidaré.
    Por cierto Nopisto, aparte de las sobrasadas,gran desauno junto al camaiot, merece la pena probar las patatas de la isla, más que decentes rozando la excelencia.

  2. Es difícil encontrar patatas que se muestren efectivas en todo tipo de preparaciones. Particularmente me gusta mucho la patata del bufet, de piel muy oscura y llena de rugosidades. Es insuperable cocida y en puré proporcionando una textura finísima y un atractivo color blanco marfil. En cambio, para asar o freir no es, ni mucho menos, tan efectiva.

  3. El mundo de la patata es complicado, y más este año que es un año pésimo de patatas. Y a mayores, la pata que vale para freir, no vale para cocer, o viceversa. Todo un mundo. No es la primera vez que me decepciona una comida por culpa de una mala patata.

  4. Ose

    Estoy hasta mis dos humildes patatitas de comprar en los supermercados esas bolsas que a la que te descuides te clavan un par de ellas chungas y como estés 3 ó 4 días fuera de casa, cuando entras parece que alguien allí a muerto. O las que entran en una vejez prematura arrugándose en una semana. Por suerte, tengo la oficina en un pueblo donde mis vecinos me proveen de patata, tomates y güevos, eso si, con unos precios de comercio y sin necesidad de intermediarios.
    Por cierto, un híbrido entre la sobrasada y la patata, es la patatera, un embutido humilde pero con pretensiones.

  5. JesusC

    Efectivamente el mundo de la patata es muy profundo (vaya metafora… 🙂 Yo una de las mejores patatas que he comido es la gallega. En los Alcampos de vez en cuando veo unas bolsas de papel de aproximadamente 5 kilos de patatas gallegas buenisismas: en cuanto veo esas bolsas (no siempre hay) me tiro a por una. Son feas por fuera y tienes que quitarles muchas impurezas, pero de sabor son extraordinarias.

    En tortilla de patatas hechas a fuego lento en poco aceite, insuperables; fritas a dos fuegos, estan para tirarse por el suelo y en guiso, para que decir mas, se conservan enteras sin problemas. Incluso para el horno dan gran juego. Yo las recomiendo vivamente.

    Otra patata muy buena es la de mi tierra, Almeria, mas concretamente de un pueblo llamado Antas, tienen un sabor y una textura increible, aunque claro, es dificil encontrarlas fuera de esa zona.

    Un saludo

    Jesus

  6. enric murio

    Yo diría en que en España los conocimientos del publico en general sobre la patata son limitados. Los comercios venden patatas y poca gente se interesa por el tipo de patata que compra. Algunos supermercados dividen sus patatas en para cocer o para freir. Y seguramente no hay que complicarse mucho mas la vida. Sin embargo hay miles de variedades registradas, algunas de ellas ya extintas. El diferente contenido de almidón las hace mas o menos apropiadas para diferentes preparaciones. Así las patatas mas harinosas se desmoronan mas fácilmente. Los paises que han sobrevivido por largos períodos gracias al cultivo de la patata conocen los secretos de la patata nueva y la vieja, cómo cultivarlas en adecuación al clima y sobre todo cómo cocinarlas de mil maneras. En Holanda, Estados Unidos Perú y el Reino Unido se encuentran los centros mas avanzados de investigación y desarrollo de nuevas variedades. También hay coleccionistas que hacen perdurar tipos que habrían desaparecido de otra forma. Como humilde cultivador de patatas en mi jardín, este fin de semana tendrá lugar la Fiesta de la Patata, en la que niños entre ellos los nuestros, desenterraran la cosecha de patata nueva, con la segura emoción de comunión con la tierra y la naturaleza.

  7. eldiletante

    Es cierto lo que dice Enric. Si no sabemos distinguir siquiera la pata nueva de la vieja (mucho mejor la nueva), una MonaLisa (buena RCP) de una Desirée (la rojiza), …difícilmente vamos a mejorar la calidad de la oferta. Lo malo es que cada vamos con más prisa a comprar, y si ya compramos en el súper ni siquiera tenemos un tendero que pueda escucharnos ni enseñarnos.

    La sobrasada tiene una pinta extraordinaria

  8. Gourmand

    Pisto,

    Con estas manitas yo he hecho sobrasada (de cerdo blanco) en el interior de Mallorca y el único conservante (que no pertenece al cerdo) que llevan es sal, pimienta y pimentón picante de la Isla; picante hasta el punto de descartar un pimentón recién elaborado y traído de Jaraiz de la Vera por considerarlo «falto de carácter».

  9. josevergara

    A mi me pasa algo parecido con los Tomates, por muchos y muy buenos que compro en Madrid no consigo unos que tengan ese sabor e intensidad igual a los que compro en verano en las caseras en san sebastian (u otros mercados de Guipuzcoa) y menos todavía los que se plantaban en casa de mi abuela cuando era enano

  10. En cuanto a patatas, yo les tengo mucho aprecio a las gallegas (para algo soy gallego). En este caso a las que cultivan mis padres y abuelos. Aquí en Galicia tenemos querencia por un tipo de patata que se deshace al cocerla (fariñenta le dice la gente, porque parece harinosa). Las patatas que se venden no suelen ser así. Pena que se pierda esa textura (para los que nos gustaba).

    Pero quiero decir que me entusiasma y me llama la atención la variedad y multitud de tipos de papa que toman los canarios y los peruanos.

    Y en cuanto a la sobrasada, yo tambien he reaparado en el caso: ¡¡nunca me ha gustado la sobrasada, pero en cuanto he podido probar una sobrasada casera, me ha encantado (y no me ha repetido)!! (Soy un converso 😉 )

  11. compangu

    Por lo general, esto de las patatas, como lo de los tomates que dice josevergara más arriba, es un engaño.
    Conozco el caso de un productor que ha ganado (y supongo que lo sigue haciendo), mucho, mucho dinero, vendiendo «patata gallega» que se recoge en Sevilla… misterior de la botánica.

  12. enric murio

    Galicia tiene un clima ideal para el cultivo de la patata como buen país celta, pero la variedad oficial es la Kennebec original de Estados Unidos (1948) que también se cultiva en Portugal, Argentina, Australia, Italia, Canada, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Taiwan y Uruguay. Es pues un tipo de patata bastante corriente. Seguro que en Galicia se cultivan otras variedades mas o menos harinosas, pero de eso a llamarlas «patata gallega» va un trecho.
    En cuanto al tomate, sólo tienen sabor aquellos que han madurado plénamente en la planta, porque no son climatéricos. Para saborearlos en sazón hay que tener un huerto cerca. Ose sabe de esto.

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