Empanada de bacalao con pasas

Recién llegado de un viaje por tierras gallegas, donde tuve la oportunidad de volver a deleitarme con la infinidad de variedades de la empanada. ¿Se dan cuenta de la grandeza del ser humano que ha logrado diferentes versiones de masa de harina y los más variados ingredientes en lugares tan distantes como Nápoles o Galicia?.

Volvamos al grano, con el sabor profundo de una deliciosa empanada de zamburiñas y el no menos interesante de una clásica de bacalao con pasas, me dispuse a preparar una de estas últimas. Para ello, compré 250 gramos de migas de bacalao seco, normalmente las colas y retales, que puse a remojo en el refrigerador durante 48 horas, cambiando el agua cada 8 horas.

La noche anterior al horneado, preparé una masa con 400 gramos de harina de trigo, un tercio de un cubito de levadura prensada, agua, sal y apenas un tercio de vaso de aceite. En un bol grande se pone la harina, se añade la sal y se mezcla bien. En un vaso, con agua tibia, se disuelve la levadura de panadero y se le va añadiendo un poquito de harina hasta conseguir una masa espesa. Verteremos esta masa en un hueco que habremos hecho en el centro de la harina que tenemos en el bol, espolvoreamos con un poquito de harina por encima, tapamos y dejamos reposar en un sitio templado durante veinte minutos.

Transcurrido este tiempo iremos añadiendo agua y mezclando con un tenedor o un batidor de varillas la masa, incorporando poco a poco la harina alrededor. Añadiremos también el aceite poco a poco. Cuando se pueda amasar con las manos, la trabajaremos sobre el marmol (a ser posible no frio) durante unos diez minutos. La dejaremos reposar, tapada, durante la noche. Mejor enharinar la superficie de reposo porque de lo contrario se pegará.

Para el relleno, cortaremos finamente dos cebollas grandes y las pondremos a pochar en buen aceite de oliva, despacito, sin permitir que se dore. Cuando esté bien pochada, añadiremos el bacalao, escurrido y cortado en trozos pequeñitos. Con sólo cinco minutos será suficiente. Reservaremos este sofrito y le añadiremos un buen puñado de pasas que habremos tenido en remojo (mejor en vino blanco que en agua).

Dividiremos la masa en dos porciones (una un poco mayor que la otra) y extenderemos la mayor sobre una placa de horno ligeramente engrasada (un chorrito de aceite de oliva virgen y un papel de cocina es perfecto). Pondremos encima el sofrito mezclado con las pasas, procurando repartirlo bien y taparemos con la otra parte de la masa que habremos estirado sobre el marmol. Cerraremos doblando los bordes, pintaremos con un huevo batido y le haremos unos agujeros con un tenedor para evitar que al hornear se nos rompa.

30 minutos de horno precalentado a 210ºC será suficiente. Dejar reposar una hora antes de comer y a disfrutar.

pisto.

2 comentarios

  1. mariquitaperez

    Hola, acabo de encontrarte buscando una receta de empanada, pero yo soy muy torpe y no pones la cantidad de agua y de aceite pones un tercio de un vaso…pero como es el vaso? de vino, de agua, de cubata…..
    gracias, tiene un pinta estupenda

  2. pisto

    Yo te diría que es un vaso de unos 250ml, por lo que un tercio será en torno a 80ml, quizá algo menos.

    El agua no sabría decirte, quizá… la que lleve, que podría ser en torno a un vaso de 250ml, quizá algo menos.

    Quizá lo que deba hacer es repetir la empanada y poner las cantidades. Hace 5 años que escribí esa receta.

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