Arroz al horno con curry

Siguiendo con la improvisación de recetas que empezó ayer nopisto, os describo una receta muy tonta pero que da un resultado muy bueno.

Para cuatro personas se necesita lo siguiente: un buen arroz de grano grueso (si te puedes permitir el arroz bomba, mejor), tres pastillas de caldo de verduras (si quieres huir de la pastilla de avecrem, siempre puedes hacer un buen caldo de verduras con puerros, zanahorias, calabacín y un esqueleto de pollo como soporte del arroz), un sobre de stir-fry de curry de la marca blue-dragon y agua.

Calienta el agua de hervir el arroz (yo uso algo menos de tres partes de agua por cada parte de arroz) y desmenuza el caldo de verduras. Sobre el caldo, añade el sobre del stir-fry y mézclalo bien.

Ponlo en una fuente de horno (yo usé pyrex) y ponlo en el horno a 250º. Cuando empiece a burbujear añade el arroz, repártelo bien por la fuente y baja la temperatura a 200º. En unos 20 minutos tendrás listo un delicioso arroz al curry, perfecto para acompañar unos medallones de solomillo de cerdo marcados en la plancha, por ejemplo.

Ayer, serví este arroz rallando encima un tomate maduro, que le aporta un toque de frescor interesante.

Si quieres servirlo de plato único, puedes añadir a mitad de cocción unas verduras troceadas (calabacín, tomate, espárrago verde, pimiento rojo y verde) teniendo en cuenta que la verdura suelta mucho agua y tendrás que ajustar un poco el agua que le pones al arroz. También puedes marcar brevemente la verdura en la plancha y añadirla en el último momento, justo antes de servir.

Una segunda alternativa es la de rebajar la dosis de Avecrem y de salsa de curry a la mitad y añadir una chistorra al principio de la cocción. Queda más suave y hace un buen plato principal. Se necesitan unos 75-100 gramos de chistorra por comensal.

Sírvase con un vino blanco con un poquito de azúcar residual como un Gewurztraminer de Alsacia o, en su defecto, del Somontano (Enate y Viñas del Vero hacen productos muy dignos con esta variedad) o con un rosado fresco y potente, como el magnífico Baltasar Gracián Rosado que, además de sabroso, es realmente barato.

pisto.