Desde que en setiembre desayunamos en el Pinotxo de la Boquería unos garbanzos con butifarra tenía yo ganas de hacer algo con estos ingredientes. Así que aprovechando que ayer podía almorzar en casa aunque no disponía de demasiado tiempo, me puse manos a la obra. Tomé un bote de garbanzos castellanos ya cocidos (es difícil encontrar conserva de garbanzo castellano, aunque alguna marca existe) y una butifarra negra de Can Pistraques. Pelé la butifarra, la corté en rodajas y la mitad de las rodajas las pasé por la sartén dejando que se tostaran y quedaran crujientitas, momento en que las aplasté con la cuchara de madera y añadí los garbanzos escurridos (aunque estos no tenían mucho que escurrir). Sin dejar de remover, añadí el resto de rodajas de butifarra y dejé que se fueran deshaciendo con el calor. En el último segundo, añadí medio bote de pimientos asados Hida con tomate y AOVE y, en cuanto tomaron temperatura, los serví. Lo acompañamos con un resto de La Reserve de Leoville Barton 1999 que habíamos abierto el domingo, aunque me gusta más el maridaje con espumoso del Pinotxo. A ser posible de Reims o alrededores 😉
Ah, sí, el resultado final:
Hace un año pasé por Barcelona y me tomé unos cigrons en Pinocho. También un atún escabechado que quitaba el hipo y un par de copitas de cava. Toda una referncia en la Boquería. ¿Garbanzos castellanos?. Te aseguro que los mejores. Eso opino. 😉
Los garbanzos…, siempre tan versatiles, aparecen deliciosos aqui. Saludos!
A ver cuando coño quitais de una vez esa foto de la portada, que cada vez que la veo me pongo malito (de hambre)