Un plato que tenía ganas de hacer desde que compré un kilo de cus-cus precocido en una gran superficie y que no sabía cómo preparar. Busqué bastante información pero no llegué a ninguna receta que me llegara a entusiasmar, así que esto es lo que finalmente hice como plato único para dos personas:
Con una paletilla de lechal de unos 700 gramos, con tres buenos cortes rompehuesos, procedí a frotarla con sal gruesa, tomillo, romero y aceite de oliva virgen extra. La puse en una bandeja de horno con un poquito de agua y, cubierta por papel de aluminio, la puse en el horno a 150º durante una hora.
Mientras tanto, piqué groseramente una cebolleta grande y la puse a sudar en aceite al mínimo fuego (1/12 en mi vitrocerámica, en el fuego de menor potencia). Cuando llevaba más de media hora, añadí una zanahoria cortada en daditos y dejé otra media hora.
En ese momento, cuando se cumplia aproximadamente una hora de horno y de pochado de cebolla (que no debe tomar color) añadí una docena de ciruelas pasas cortadas en pedacitos, puse una tacita del cus-cus y, tras sofreir muy brevemente, le añadí un caldo a base de triple cantidad de agua que de cus-cus, una pastillita de caldo de verduras y dos cucharadas de postre de salsa de curry (Blue-Dragon). El cus-cus absorvió el caldo en apenas cinco minutos y, en cuanto estuvo seco, lo reservé. Emplaté el cus-cus en dos fuentes de horno que luego llevaría directamente a la mesa, una por comensal, y, coloqué dos pedazos de la paletilla en cada fuente. Le dí 15 minutos de gratinador fuerte para que la paletilla tome color, dándole la vuelta sobre el cus-cus a la mitad y añadiendo unas almendras fritas en el último segundo.
El plato salió bueno pero creo que la paletilla necesitó un poco más de tiempo de maceración con las hierbas y el aceite y menos tiempo de horno. No obstante, no dejamos nada en el plato.
Yum, yum, tiene buen aspecto.
Respecto a a maceración con las hierbas, al cordero le va muy bien tenerlo toda la noche anterior en la nevera con romero, tomillo y un poco de aceite. Incluso para los viciosos, con un ajo frotado sobre su superficie.
Esa era la idea, dejarla una noche entera con las hierbas ¿envuelta en papel film? en la nevera, pero al final se me pasó y… hubo que improvisar.
pisto.
Está bien improvisar. Nunca es tarde si la dicha es buena:-).
Yo nunca utilizo el papel film en la maceración porque entiendo que, efectivamente, preserva los aromas pero justo hasta el momento en que lo quitas, o sea que no sirve de nada:-(.
Me había olvidado: una hoijita de laurel le va m uy bien.
Efectivamente, nunca es tarde si la picha es buena, como dijo Ava Gardner.
Se me escapa, francamente, su razonamiento sobre el papel film. Aclare, si le place.
Anarchy,
no tengo claro si le pides aclaraciones a encantadisimo o a mi, pero en cualquier caso, lo del film supongo que es para lograr un mejor macerado y evitar los olores a nevera.
pisto.
Yo creo que es a lo de «preserva los aromas pero justo hasta el momento en que lo quitas, o sea que no sirve de nada:-(. «
También se escapa a mí comprensión.
Aclarando:
Si el papel film sirve para preservar al máximo los aromas de la maceración, creo que los volátiles se van en cuanto lo quitas para meterlo en el horno.
En cambio, si sirve para evitar que tome olores de otros productos de la nevera, también me parece algo inútil si luego va a estar una hora en el horno. Pero claro, es teniendo en cuenta que en mi nevera casi nunca hay alimentos olorosos que puedan desvirtuar los aromas de maceración.
En fin, era sólo una opinión.