Ayer no tenía un buen día. Llegué cansado y cabreado a casa, no estaba de humor. Así que tras darle un par de vueltas a la cabeza decidí dejarlo estar y relajarme limpiando unas judías verdes que había comprado durante el puente en el Mercado Central de Castellón, mucho menos glamuroso y variado que el de Valencia pero con unas verduras, principalmente las judías verdes (tanto las planas como las boby), estratosféricas. Tras picarlas y cocerlas un tiempo prudencial (es decir, brevemente) las puse en agua con hielo para cortar la coción y fijar el color. Por otro lado en una sartén sofreí unas láminas de ajo y le añadí un poco de pimentón de la Vera, todo esto se lo incorporé a las judías y por último sofreí unos instantes un tomate concassé (Pelado y despepitado) y también se lo añadí a las judías rehogándo el conjunto unos instantes.
Todo esto regado con (más de) una copa de fino Marismeño almacenista de Lustau… No me quedó más remedio que repetir y todavía me estoy relamiendo del gusto.
Ni que decir tiene que se me pasaron todos los males y cabreos.
Nopisto
Mmmm cuando sucede esto de llegar a casa y poder hacer una delicia así, inesperada, se te pasa todo…
Bienvenido Oriol, cuanta razón tienes.