Ya hace varios años que habíamos leído las anotaciones de Pim y del Pingüe Gourmet así que el nombre «Pierre Hermé» estaba grabado a fuego para una hipotética visita a París. Como quiera que nopisto estuvo en febrero y pisto estuvo en marzo en la ciudad (luego dirán que no somos profesionales), ambos pudimos ver cumplido nuestro deseo.
Artesano, joyero, patissier de culto… son diferentes formas de referirse a Hermé, ex-Fauchon y ex-Ladurée quien dispone de dos pequeños puntos de venta en París (72, rue Bonaparte y 185, rue Vaugirard). Es casi imposible explicar a quien no ha estado allí lo que significa ese pequeño establecimiento en Saint German des Prés, en una calle realmente poco transitada que sube hacia Montparnasse desde el Boulevard Saint Germain.
En el exterior, las vitrinas juegan a mostrar el producto en pequeña cantidad, como si de joyas de Chopard se tratara y -por un momento- el establecimiento estuviera en Place Vendôme. Al traspasar la puerta de cristal, un diminuto mostrador en forma de barra muestra en todo su esplendor una sucesión milimétricamente ordenada de auténticas obras de orfebrería ante los que, lo asumo, se puede sufrir un Síndrome de Stendhal aunque uno no sea especialmente goloso. El aspecto del producto es… apabullante.
Elegidos un plaisir sucré y un carré au chocolat, así como un pequeño surtido de macarons, la cuenta se va a los 18 euros, en los que van incluídos una preciosa bolsa digna de una boutique de lujo y unas servilletas que evidencian que hemos mirado los pasteles con urgencia. Un Ispahan nos privaría de otros seis euros con sesenta céntimos adicionales proviéndonos, eso sí, de más placer aún.
No hay mesas, ni posibilidad de tomar un café, así que al turista sólo le queda llevárselos al hotel o seguir unos treinta metros hacia Montparnasse hasta uno de los bancos de la plaza que da aire a Saint Sulpice, donde dar buena cuenta del botín.
Como decía antes, no somos precisamente fanáticos de la cocina dulce, pero el primer bocado del «Plaisir Sucré» nos hizo conversos. La sensación es indefinible mediante palabras. Esa combinación de cremoso, crujiente, dulce, avellanado que nos hizo preguntarnos si aquél había sido el mejor bocado dulce de nuestra vida. Seguimos con un «Carré au Chocolat» que nos recordó por momentos a ese gran postre de 7 8 texturas de chocolate de Oriol Balaguer, aunque en este caso, el carré se encontraba marginalmente por debajo del Plaisir Sucré.
El Ispahan por el contrario es un gigantesco macaron de frambuesa que contiene en su interior frambuesas frescas, mermelada de lichies y crema de rosas. Extraña combinación que Pierre Hermé inventó cuando trabajaba en Ladureé, aunque por aquel entonces no tuvo ningún éxito, pero que ahora se ha convertido en una de las piezas claves de su colección. El resultado es apabullante.
Ah, los macarons. Son muchos años los que llevo caminando por Francia y probando aquí y allá los célebres macarons en busca de eso que los había hecho tan famosos. Y nunca había encontrado nada especialmente destacable. Normalmente crujientes y secos, nada que ver con la melosidad de los macarons de Pierre Hermé. Sí, una capa exterior crujiente, pero la pasta interior, con una base de almendra cremosa que le hace a uno plantearse qué pasaría si las Tartas de Santiago emplearan técnica similar en vez de la tan habitual técnica de la argamasa propia de la construcción de catedrales. En nuestro caso, nos dimos a uno de fruta de la pasión con un limpísimo sabor tropical, a otro de rosas con lichies que nos recordó al día de San Valentín (y que comparte aromas y sabores con el Ispahan), uno de chocolate y café un poco más flojo y un cuarto de pistacho que era el paradigma del bocado sensual, tal y como se aprecia en la foto.
La ventaja del turista que apura los placeres dulces de Pierre Hermé en uno de los bancos frente a Saint Sulpice es que, tras terminar, puede dirigir sus pasos a la iglesia y confesar. Porque, sinceramente, estoy seguro de que tanto placer tiene que ser pecado.
Pisto y Nopisto
Pierre Hermé
72, rue Bonaparte
75006 PARIS
Tel : +33 (1) 43 54 47 77
Es un sitio apabullante, maravilloso, con una carta de productos del chocolate increíble. La descubrió mi mujer deambulando por Saint Germain y cada vez que va a Paris, o vamos, nos venimos con cajas de macarons y de todo lo transportable. Aunque lo que no tiene precio es caer por allí y, en mi caso, merendar.
Así da gusto pecar!!! Excelentes recuerdos.
Saludos
Joan
Pues me he quedado con ganas de ir a la presentación de su libro «PH10» en Barcelona. Iba a dar una demostración y estaba invitado todo aquel que comprara el libro. Creo que ha sodo el día 4. Los de provincias seguimos sin aparecer en el mapa gastronómico……..
No son pastelerías, son joyerías…….
Un saludo
Roberto
El libro tiene un aspecto francamente interesante. Quien esté interesado puede obtener más información siguiendo el enlace:
http://www.montagud.com/producto.php?referencia=G478
Buenooo… si solamente leyendo he tenido que tragar así como diez veces de todo lo que estaba salivando. Qué rico debe estar todo esto.
Mira que no me gusta mucho el dulce, pero tiene todo un aspecto charmant.
De este verano no pasa que vaya a Paris a visitar la pasteleria de Pierre Herme!
SaludoS!
A propósito del PH10.
En efecto, tuvo lugar el pasado 3 de abril la presentación en Barcelona de PH10, la última obra de Pierre Hermé.
Yo estuve allí y puedo asegurar que fue un completo éxito. Ahora bien, el libro lo compró, como es natural, quien quiso.
En gastronomía todo el mundo cuenta, sobre todo los de provincias..
un saludo para Roberto
No se hace justicia a Pierre Hermé si no se menciona sus croissants. Es un especie de milhojas, crujiente y a la vez suave impregando en su textura de mantequilla. No se si esta descripción sirve de mucho, en una palabra una delicia.
Conozco perfectamente los pasteles de Pierre Herme y cada vez que entro en su pasteleria me pongo ansioso. Quisiera probar todos los pasteles y siempre me cuesta elegir. Os los recomendaria todos pero me fascina su milhojas con hojaldre caramelizado y praline de avellanas. Creo que nadie como el elabora el hojaldre invertido.Cada vez que dais un bocado es como una explosion de sensacionas que estallan en la boca. Eso si, si vais a sentaros en un banco de la place Saint Sulpice para comer algo que suelte migas (como el milhojas) Las palomas se van a convertir en una pesadilla intentando deleitarse con tal exquisitez.
Soy pastelera, pero en el nivel de aprendiz y quizás menos aún viendo y probando la mano de Hermé. Comparto con todos quienes lo comparan a un joyero, pues es su delicadeza para presentar sensaciones lo que te deja perplejo. Tengo algunos de sus libros y me obsecioné por ir a una de sus boutiques y aunque no fue tan fácil hallarla valió la pena sentir en el paladar esa mezcla de crujiente y cremosidad, de frutas exóticas, caramelo, pistachos, almendras, chocolate, café o rosa que provoca un júbilo al espíritu.
Gracias Pierre Hermé.
hola pues si que esta todo bueno yo di cursos de macarons con pierre y mas cosas de pasteleria y es fabuloso que pena que no de mas cursos.Ah x cierto recomiendo a todos que vayan y prueben los macaron y demas cosas bolleria etc..
Bonsoir Monsieur Pierre Hermé,
Je trouve votre vienoiserie et votre
patisserie de trés bonne qualité, il
y a un marché interessant pour vos
produits a Marbella, (Espagne).
Si vous voulez prendre contact avec
moi, ce serai avec un grand plaisir.
je vous salut cordialement.
Roger Rodriguez
Tele. +34 952761882
Mob. +34 622402126